EL ACCIDENTE AMOROSO EN TRISTÁN E ISEO: DIALÉCTICA SUMERGIDA EN UN FILTRO DE AMOR

Por Robinson Hernández

Tristán e Iseo en el jardín de August Spies (1881)

«En verdad, este loco deseo me matará, tanto si me quedo como si voy por los caminos, puesto que la que puede curarme no me compadece».

Aimeric de Belenoi

El concepto de amor ha estado sujeto a cambios socioculturales de acuerdo a la época. De hecho, la noción que prevalece a día de hoy, correspondiente al amor romántico, no puede entenderse sin sus raíces y cuestionamientos actuales, en los que se ha propuesto un análisis profundo para contemplar modelos distintos. De esta manera, la conceptualización del amor en el transcurso histórico de nuestra civilización siempre ha supuesto interés tanto para múltiples corrientes del pensamiento filosófico como para la representación en el ámbito artístico.

Si se dispone de curiosidad, analizar los productos y referentes culturales que nos rodean acerca del amor —provengan estos del cine, la televisión, la literatura o de anécdotas cotidianas— sería óptimo para evidenciar una serie de tópicos que se remontan a siglos atrás pero que aún conservan vigencia. Así, ideas como la entrega absoluta hacia la pareja, el sufrimiento que supone amar a quien no se debe o el uso de una poción mágica para enamorar a otro, solían formar parte del concepto de amor en la Edad Media. En este sentido, me interesa estudiar qué representa el uso del elemento mágico en la historia de Tristán e Iseo, donde la pareja, después de beber un vino accidentalmente, comienza a vivir un dramático amor comprendido en la antítesis del dolor y la pasión.

Contextualización

Tristán e Iseo de Louis Rhead

De manera que haya una suerte de línea secuencial para introducir el asunto del filtro de amor, contextualizaré brevemente algunos sucesos. En principio, la historia de Tristán e Iseo narra una de las relaciones más famosas de la Edad Media, en la que dos amantes se ven envueltos en una aventura trágica y prohibida para manifestar sus sentimientos.

El caballero Tristán, quien es sobrino del rey Marcos de Cornualles, decide ir en búsqueda de la princesa Iseo de Irlanda con motivo de que se case con el rey, puesto que no tiene esposa ni descendientes. Después de derrotar al dragón que azota al pueblo irlandés, Tristán es recompensado con la mano de Iseo. Sin embargo, Iseo no desea casarse con el rey Marcos y se deprime en consecuencia. Su madre, al notar su aflicción, crea un filtro de amor.

Entre tanto la reina recogió por montes y prados flores, raíces y hierbas, las mezcló en vino y compuso, por artilugios de magia, un brebaje misterioso que vertió en una redoma y entregó en secreto a la fiel Brangel.

(pág. 42)

Iseo, al igual que su madre, es una hábil curandera, y en el texto se evidencia mediante las curaciones que le hace a Tristán en el transcurso de la historia. En la cita anterior, se puede leer el proceso de fabricación del filtro por parte de la madre de Iseo. Creado mediante el conocimiento de la hechicería, la reina de Irlanda dio el brebaje a Brangaine, la acompañante de Iseo, y le explicó su efecto en el siguiente fragmento:

—Brangel —le dijo—, acompañarás a mi hija al país del rey Marcos y la servirás con amor y lealtad. Toma esta redoma y guárdala celosamente. Cuida que nadie la vea ni acerque sus labios a ella, pues gran mal podría sobrevenir. Cuando llegue la noche de bodas y los esposos estén en su lecho, verterás su contenido en una copa que presentarás al rey y a Iseo para que lo beban juntos. Es el vino herbolado que preparé con mis manos. En cuanto lo hayan bebido, ambos se amarán de suerte que nadie podrá sembrar la discordia entre ellos. Durante tres años no podrán vivir separados sin enfermar y pasado ese tiempo seguirán amándose hasta la muerte.

(pág. 42)
Iseo ofrece el filtro de amor a Tristán de John William Waterhouse

Durante el viaje hacia Cornualles sucedió el acontecimiento más importante para mi estudio. A propósito de la caída de la tarde, la mayoría del barco se rindió ante el sueño, incluida Brangaine, quien despistó el filtro por completo. Tristán e Iseo, sedientos, piden a una doncella que les traiga algo de beber, y esta toma el brebaje que Brangaine debía cuidar a toda costa. Es así como, de manera accidental, Tristán e Iseo beben el filtro de amor.

La muchacha acudió a Brangel que dormitaba tumbada sobre una estera. La doncella se incorporó. Perezosamente, tomó una copa de oro, bajó al pañol donde a tientas llenó la copa de una redoma que estaba junto a tantas otras que guardaban los mejores vinos de Irlanda. Luego subió al pabellón de las damas y lo presentó a Tristán quien de un trago vació la mitad y ofreció el resto a Iseo. La bebida era clara como vino y les pareció buena y suave.

(pág. 43)

Finalmente, a modo de cierre de la contextualización, considero fundamental para la comprensión de lo que abordaré más adelante lo que expresa Brangaine al enterarse de que Tristán e Iseo bebieron del filtro:

«¡Desdichada! —se dice—. ¡Mal cumplí el mandato de mi señora! ¡En mala hora nací y en mal día embarqué en esta nave fatídica! Iseo, amiga, y tú, Tristán, noble caballero, ¡habéis bebido vuestra perdición y vuestra muerte! ¡No fue vino, ni celia, ni cerveza lo que tomasteis, sino la bebida encantada que la reina de Irlanda había preparado para las bodas del rey Marcos! ¡Por mi desidia bebisteis la pasión y la muerte!».

(pág. 43-44)

De este modo, es explícito en el texto que el enamoramiento entre Tristán e Iseo resulta de haber bebido el filtro de amor por equivocación. Sin embargo, ¿qué representa el filtro más allá de la magia?, ¿y por qué razón el hecho de haberlo bebido desata, por un lado, la atracción mutua, y por otro, la desgracia en sus vidas? Ante esto, inician mis disquisiciones.

Aspectos clave

Tristán e Iseo de Edmund Blair Leighton (1853-1922)

Antes de abordar la cuestión del filtro de amor y el accidente amoroso, debo señalar algunos aspectos que considero importantes para entender la naturaleza de la relación entre Tristán e Iseo. En primer lugar, la obra tiene bases propias del amor cortés medieval. Aspectos como la transgresión en la moralidad religiosa y la advertencia ante la separación son un atisbo de ello. Por ejemplo, la transgresión moral se representa en el hecho de que Iseo le sea infiel al rey Marcos, quien, además, es traicionado por su sobrino y caballero favorito, Tristán. En segundo lugar, con respecto a la separación, va hilado al aspecto anterior, ya que, en tanto amantes, deben ocultar lo que sienten el uno por el otro, pero esto solo demuestra que mientras más distantes están, más se quieren, y en el transcurso de la historia esto se evidencia a través de las formas que ingenian ambos personajes para comunicar su amor. Dicho esto, hay una figura clave en la obra que es cómplice de todos estos encuentros: Brangaine.

Brangaine es un personaje clave en toda la historia, pues es ella quien reconoce como su responsabilidad el hecho de que Tristán e Iseo estén enamorados. En la obra, se nota que trata de expiar su error mediante la protección de la figura casta de Iseo, pues se acuesta con el rey Marcos fingiendo ser ella la primera noche de haberse consumado la boda. Asimismo, Iseo, asustada por el pensamiento de que Brangaine la traicione, ordena matarla, lo que interpreto como la manera que tuvo Iseo de castigar a Brangaine por el sufrimiento que le ha hecho pasar. Aun así, esto no se concreta y Brangaine pasa a ser la alcahueta de su amor.

Tristán e Iseo descubiertos por el rey Marcos de August Spies (1883)

Símbolo del filtro de amor y el accidente amoroso

Ahora bien, el filtro de amor en la obra se anuncia de forma explícita como la causa de que los personajes sostengan una atracción mutua que es imposible de romper debido al carácter mágico de la poción. El aspecto del accidente está ligado a este suceso, y es que a partir de él gira todo en la trama, porque la enseñanza fundamental que te deja es que el amor es involuntario, que no se puede elegir de quién enamorarse, y que así como un elixir mágico, el amor controla. De acuerdo a esta interpretación, hay una metáfora en el filtro de amor. Y si bien esto representa el plano simbólico de ambos hechos, no se queda solamente allí. El filtro de amor también representa un eje dialéctico en la historia de Tristán e Iseo. Así lo expresan ambos amantes:

«¿Cómo podría querer al asesino del Morholt, al hombre que con astucias me arrancó a mi tierra? —se decía—. Pero no existe entre el cielo y la tierra caballero que pueda compararse a Tristán en destreza y valentía. Siempre pensé que el amor sería dulce, ahora comprendo que es amargo».

(pág. 44)

Parecía a Tristán que una zarza vivaz, de agudas espinas y flores olorosas, echaba raíces en la sangre de su corazón y con fuertes lazos unía su cuerpo, su pensamiento y su deseo al bello cuerpo de Iseo. El veneno de amor se expandía por sus venas sin que nunca pudiera curarse.

(pág. 44)

El amor accidental que sienten Tristán e Iseo se entiende a través de la dialéctica. En las citas anteriores, la manera de describir lo que sienten es a través de una expresión paradójica: amor dulciamargo, un amor que, si bien duele, no se puede dejar. Así, en el filtro se oculta el eje dialéctico amor y muerte. Interpreto esta idea del veneno de amor como parte de la dialéctica, pues el filtro es una bebida que reúne en ella tanto el amor pasional como el prohibido.

Tristán e Iseo de John Duncan (1912)

—Amigo Tristán, Iseo amiga —les dijo—. ¡Deteneos si aún podéis! Mas, ¡no!, el camino no tiene retorno, la fuerza del amor os arrastra y ya nunca conoceréis alegría sin dolor. El brebaje de amor que vuestra madre, Iseo, había preparado os posee. ¡Mal lo he guardado! Sólo el rey Marcos debía beberlo con vos, noble Iseo. Pero el enemigo se ha burlado de nosotros y habéis vaciado la redoma. ¡Por mi pecado habéis bebido, en la copa maldita, el amor y la muerte!

(pág. 45)

La dialéctica es el enfrentamiento entre dos ideas contrapuestas —tesis y antítesis—, las cuales, una vez son superadas, dan paso a la síntesis, la solución de ese enfrentamiento de ideas. En este caso, se puede tomar el amor como la tesis, representado en la dulzura y enajenación que viven Tristán e Iseo, donde los sentidos se ven alterados y el mundo se reduce en comparación al enamoramiento que sienten el uno por el otro. Contrapuesta a este idea estaría la muerte, entendida como la antítesis y representada en la amargura que sienten Tristán e Iseo, donde el temor constante a ser descubiertos los agobia y el no poder vivir con libertad su sentir causa un profundo dolor. Así, tanto tesis como antítesis están sumergidas en el filtro de amor, que al entrar en los cuerpos de Tristán e Iseo de manera accidental, se anuncian como «veneno de amor», constituyendo el camino espinoso de la historia hasta acabar en la muerte de los amantes. En este sentido, la síntesis que hallo es la muerte de Tristán e Iseo. De acuerdo a mi análisis, se puede leer que la muerte de Tristán e Iseo es la victoria de su amor. Solamente en la muerte los amantes pueden superar los elementos que dificultan lo que sienten, así como el conflicto dialéctico que les atraviesa. La paradoja de su amor dulciamargo logra su culmen en la muerte, ya anunciada en la historia al describir su sentimiento como un veneno de amor. De esta manera, la historia permite pensar que la síntesis del conflicto se dio con la muerte de los amantes, pues es lo que permitió la libertad total de su amor.

Por la noche, de la tumba de Tristán surgió una viña que se cubrió de hojas y ramas verdes. Sobre la tumba de Iseo creció un hermoso rosal de una semilla traída por un pájaro salvaje; las ramas de la viña pasaban por encima del monumento y abrazaban el rosal, mezclando sus flores, hojas y racimos con los capullos y las rosas. Y los antiguos decían que estos árboles enlazados habían nacido de la virtud del filtro y eran símbolo de los amores de Tristán e Iseo, a quienes la muerte no había podido separar.

(pág. 121)
Muerte de Iseo de August Spies (1883)

En suma, la obra Tristán e Iseo está repleta de símbolos que, desde una lectura personal, constituyen ejes dialécticos relacionados entre sí. En este sentido, la historia es una fuente enriquecida de aspectos de interés académico, sobre todo para el análisis filosófico, sociológico y psicológico acerca de la constitución del amor y sus parámetros a través del tiempo. A su vez, el análisis de la historia permite hallar en nuestra cotidianeidad elementos que remiten a Tristán e Iseo, sobre todo por esta idea del amor involuntario y dramático que sacrifica lo que sea para poder manifestarse ante la prohibición de su consumación. Sin duda alguna, el accidente amoroso es una constante que aún se mantiene vigente en nuestra cultura, y conocer acerca de estas historias tan remotas en el tiempo nos permiten descubrir que no hemos cambiado tanto como pensamos.

Referencias

  1. Anónimo. Tristán e Iseo (1100). Versión de Alicia Yllera. (EPUB).
  2. De Rougemont, D. (1939). El Amor y Occidente. Editorial Leyenda, S. A.
  3. Gamechogoicoechea Llopis, A. El amor de Tristán e Iseo. Castilla: Estudios de Literatura.  N.º 28-29, 2003-2004, págs. 47-66. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1375918

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Einar Goyo dice:

    Robinson: en tu excelente post has hecho una hermosa síntesis de lo trabajado en clase en todo este contenido. Te felicito!

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